La tarima flotante
Descubre todo acerca de las tarimas flotantes, qué son, tipos y ventajas
¿Qué es una tarima flotante?
La tarima flotante es un sistema de pavimento que descansa sobre una base de foam el cuál se coloca entre el suelo y las láminas que forman la tarima en sí. De este modo, la sensación de pisar tarima flotante es muy suave y liviana.
La tarima flotante se pega entre sí, a través de láminas o tablas, descansando sobre esa base que hemos mencionado, y una vez está colocada, no se mueve.
Tipos de tarimas
Los principales tipos de tarimas flotantes que podemos encontrar en el mercado son tres:
- Suelos laminados
Este tipo de tarimas flotantes están formadas por varias capas. Un tablero de fibras de madera, una capa de papel impreso con el diseño, y una capa de desgaste que impide que la humedad alcance la madera. Estas son las capas imprescindibles de los suelos laminados, pero están compuestos por muchas más.
Los suelos laminados ofrecen una gran resistencia al desgaste y a la abrasión, una alta impermeabilidad a las manchas y una decoloración casi inexistente.
- Suelos vinílicos
Los suelos vinílicos pueden estar hechos de madera o no, ya que se encuentran también en formato lamas, compuesto principalmente por PVC y otros productos químicos. También pueden instalarse de manera flotante o ser pegados.
Su principal ventaja es que son muy resistentes a la humedad.
- Tarima multicapa
Se trata de un suelo compuesto por varias capas en las que al menos la exterior es de madera natural. El interior también tiene capas de madera, pero pueden ser contrachapados, fibras de madera, etc. Habitualmente se pueden encontrar con acabados de barniz o tinte.
Se caracterizan por su alta resistencia, si le aplicamos un tratado adecuado pueden durar hasta varias generaciones.
- Tarima sintética
Es similar a la multicapa, pero elaborada de material sintético. Puede ser utilizada tanto para el interior como el exterior, por lo que es una opción idónea para las terrazas y jardines.
Ventajas tarimas flotantes
Fácil limpieza
Su limpieza y mantenimiento no suelen requerir mucho tiempo ni inversión.
Alto grado de resistencia
La tarima flotante es muy resistente ante rasguños, golpes o arañazos.
Bajo coste
Tiene un coste apto para todos los bolsillos.
Excelente aislamiento térmico
Aisla bastante del frío, por lo que traerá la calidez a cualquier hogar. Se adapta muy bien a cambios de humedad y temperatura.
Instalación sencilla
Se instala rápidamente sin necesidad de hacer muchas obras. Además, se puede usar sobre una estancia que no esté totalmente nivelada.
Variedad de diseños
Podemos encontrar diseños de tarimas flotantes de lo más versátiles, desde madera, hasta imitaciones de piedra. Sus medidas también se adaptan a cualquier necesidad.
Algunos ejemplos
¿Hablamos?
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